Somos una familia de agricultores que lleva tres generaciones cultivando la tierra con pasión, dedicación y respeto por la tradición. A lo largo de los años, hemos mantenido viva una forma de trabajar que honra el arte de la agricultura artesanal. Desde nuestros orígenes, hemos cuidado cada detalle de nuestro cultivo, asegurando que cada racimo de uva sea tratado con el máximo cuidado.

Hoy, en un mundo cada vez más industrializado, somos conscientes de que hay menos agricultores que se dediquen a preservar las variedades autóctonas como la uva Aledo, una variedad ancestral que, lamentablemente, está en peligro de desaparecer. Si no mantenemos viva esta tradición, la única uva que quedará será la que se cultiva en laboratorios, lejos de la autenticidad y sabor genuino que nos ofrece la naturaleza.

Nuestra misión es seguir trabajando como siempre lo hicimos, garantizando un producto de calidad, auténtico y libre de alteraciones, para que las futuras generaciones puedan disfrutar de esta uva única y su incomparable sabor.